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Por un lado, una defensa histórica. Por otro lado, un jugador que parece dominar todos los trucos, no solo para anotar, sino también para enloquecer y desequilibrar a los oponentes. Estos son los pilares de un Oklahoma City que continúa consolidándose como el gran favorito para el título y que, este martes, inauguró las Finales de la Conferencia Oeste con una victoria clara sobre Minnesota por 114-88.
La defensa de OKC brilló a la altura de lo que había hecho en el séptimo partido contra Denver, dejando a los Timberwolves en 88 puntos y un 34.9% de acierto. La segunda unidad de Minnesota se mostró especialmente inclinada a las garras defensivas del dueño de casa, combinando un 8 de 41 (19%) entre todos los suplentes visitantes.
Defensa de Oklahoma City
El 34.9% de acierto de Minnesota es una de las marcas más bajas que se hayan visto en las últimas décadas en un primer encuentro de Finales de Conferencia. Para encontrar un antecedente peor hay que viajar hasta 2004, cuando los Detroit Pistons -futuros campeones de esa campaña- dejaron a Indiana Pacers en un 33.7% de campo. Mientras que en el caso específico del Oeste, habría que ir hasta 1998, cuando Utah Jazz dejó a Los Angeles Lakers en un 29.5%.
Shai Gilgeous-Alexander
Del otro lado, la magia de Shai Gilgeous-Alexander. En horas en las que se espera que finalmente sea confirmado como el MVP de esta temporada, el canadiense respondió con 31 puntos y 9 asistencias, en un partido en el que fue 14 veces a la línea de libres y sacó por seis infracciones a su defensor: un especialista como Jaden McDaniels, que cayó dócilmente en todas las trampas colocadas por SGA.
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Los Timberwolves
Los Timberwolves tuvieron soluciones claras en ataque pero el plan no funcionó. Abrieron el partido cazando a Chet Holmgren en los cambios de marca y apostaron a un altísimo volumen de triples -51 intentos contra los 21 de OKC-, pero ni estos disparos entraron a un buen ritmo, ni los ataques al joven interior local prosperaron más allá de los primeros minutos cinco minutos.
Julius Randle mantuvo las cosas donde las dejó en las series pasadas y lideró a su equipo con 28 tantos y un fenomenal 9 de 13 en tiros, mientras que Anthony Edwards -nuevamente afectado por una torcedura de tobillo- apenas sumó 18 puntos con un 5 de 13 de cancha. El jueves, ambos van por la revancha.