Una nueva etapa se inicia en Dallas. Los Mavericks se alzaron con la Lotería del Draft NBA 2025 y, en un giro sorprendente, seleccionarán a Cooper Flagg con el primer puesto en el evento que se celebrará el 25 de junio en el Barclays Center de Brooklyn. A diferencia de 2024, cuando varios jugadores tenían argumentos para ser los primeros seleccionados, en 2025 no hay debate sobre quién será la primera elección. En este sentido, la situación es similar a la de 2023 con San Antonio y Victor Wembanyama.
Después de dejar ir a quien parecía ser el rostro de la franquicia, Luka Doncic, traspasado a los Lakers, los Mavs encuentran a su reemplazo en la figura del equipo. No para el corto plazo, como podrían ser Anthony Davis y Kyrie Irving, sino para la próxima década. El destino ha favorecido a Nico Harrison y su equipo, después de tomar una de las decisiones más incomprensibles en la historia de la NBA.
El futuro de los Mavericks
Ahora, Dallas no solo tiene un proyecto sólido para el futuro con Flagg al frente, sino también una plantilla que, si Irving se recupera bien de su lesión (se espera su regreso en enero), puede competir en la temporada 2025-2026. Kyrie, Klay Thompson, Davis, Flagg, PJ Washington, Dereck Active, Daniel Gafford… de repente, el panorama parece prometedor para un equipo cuya afición había perdido toda esperanza en su propia dirección.
¿Por qué Flagg es un prospecto tan especial?
El nativo de Maine tiene muchos puntos a su favor. La pregunta sobre qué hace a Flagg un talento tan destacado encuentra una respuesta rápida y concreta: todo. Puede parecer exagerado, pero simplemente no hay una faceta en la que el alero de 18 años y 2.06 metros no sea de bueno a excelente.
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Las garantías de Cooper Flagg como primer seleccionado del Draft 2025
Flagg no tiene dudas sobre posibles lesiones o adaptación al baloncesto estadounidense. Físicamente es una parte importante del potencial del estadounidense. Tiene la altura y la potencia ideales para un rol de 3-4 e incluso no sería descabellado pensar que, en el futuro, podría jugar minutos como 5 en alineaciones pequeñas esporádicas. Es alto, fuerte y aunque no podemos calificarlo con la nota más alta desde un punto de vista atlético, también en ese aspecto está por encima de la media para un jugador de su tamaño.
Estas herramientas naturales colocan una excelente base para Flagg, pero luego están todas sus habilidades técnicas. Aún no es un creador de juego tan avanzado con el balón, pero puede abrirse camino hacia la canasta en el uno contra uno; su tiro de tres dejaba algunas dudas pero viene de lanzar un 38% en Duke y ha ido en franco crecimiento; mientras que es aún mejor como pasador.
A pesar de llegar a la NCAA con la reputación más alta posible, Flagg también mostró sus fuertes intangibles en un Duke lleno de talento joven. No solo a la hora de asistir y ser generoso para involucrar a sus compañeros, sino también con una mentalidad fuerte, liderazgo y un compromiso defensivo muy alto.
Y es que incluso si su juego en ataque termina quedando algo por debajo de lo que se espera, el de Maine, como mínimo, debería generar un gran impacto como defensor y asistente, convirtiéndose en uno de esos jugadores de constante amenaza de triple-doble.
Sin dudas sobre su contribución defensiva u ofensiva, con buenas sensaciones sobre su mentalidad y teniendo en cuenta su juventud -por edad, en realidad su Draft debió ser el de 2026-, simplemente es difícil imaginar un candidato a primer seleccionado con más garantías que las que presenta Flagg a la hora de entrar a la NBA. El tiempo dirá si se justifican o no.